viernes, 26 de diciembre de 2008
Desandar estandarizaciones pagando el precio de hacerse uno cada vez mas para adentro por el maldito miedo que fabrica prejuicios auto-impuestos. Porque a pesar de que uno lo intente y lo haga valer cada vez que puede, siempre alguna mirada queda colgada de un brazo, casi cayendose, pero como tirando para abajo por el propio peso que le otorga la gravedad. Porque a pesar de que los tiempos cambian y uno se cree mas moderno por ir rompiendo moldes, no se esta dando cuenta que genera un molde nuevo, con determinadas características que se van formando producto de los nuevos usos y costumbres que naturalmente se van dando con el paso del tiempo. Moldes que serán destruidos por futuras generaciones o por generaciones presentes que se aislan generando sub grupos del molde principal. Y por eso en definitiva, tampoco se separan del todo 'del-todo'.
lunes, 22 de diciembre de 2008
¿Es o se hace?
Sucesión concatenada de ideas sin una aparente relación entre sí
a eso podría llamársele "delirio"
o al menos así podría llamarlo quien, por el contrario, acostumbra a producir una sucesión concatenada de ideas sin una aparente relación entre sí, pero no lo dice
no lo dice ni con el cuerpo, ni con las palabras
y a los que se tilda de elaborar sucesiones concatenadas de ideas sin una aparente relación entre sí, porque sí las dicen, miran asombrados al sujeto contrario sin dejar de preguntarse si, por dentro, las pensará igual o de verdad es cómo actúa.
domingo, 14 de diciembre de 2008
Teléfono descompuesto
Después de atender el teléfono e intercambiar los saludos de cortesía y confianza con el que se entabla una conversación del tipo, Magdalena escuchaba como su amiga de la infancia, con la que la unía la historia de haber sido criadas en un mismo contexto y bajo un mismo código, pero con experiencias diferentes, le contaba que No sé cómo explicártelo, es la sensación de saber que lo encontraste, que existe, que es él y es eso lo que querés compartir, pero sin embargo el miedo, ese puto miedo que paraliza, Cómo cuando fuiste a hacer snowboard?, Sí, o como cuando pensé que iba a morir ahogada porque una corriente de mar arrastraba mi canoa y yo no podía, con mis brazos de seis flacos años de edad, remarla en contra. Totalmente paralizada. Pero sabés qué?, Que?, Por otro lado creo que justamente en el momento en que más paralizada te sentís es que empezás a moverte, justamente por eso... estás quieta y entonces te empezás a mover, entendes? aunque la verdad ése miedo lo supero cuando encuentro la tranquilidad que te dá el saber que lo encontraste, más allá del devenir, más allá de los deseos, simplemente por la posibilidad que te dá el poder soñar manteniendo una muestra gratis que calme la conciencia de ansiedad por la incertidumbre que te provocan las decisiones que se toman sin agarrarse al pasamanos del confort y la seguridad, No te sigo y es tarde, Ok mañana hablamos.
lunes, 1 de diciembre de 2008
uno mas uno
Un pie delante de otro. El izquierdo comienza a levantar el talón, suave, pidiéndole permiso al espacio que comienza a invadir, devolviendo la liviandad a la nada. Cuando las puntas de los dedos ya no admiten la vuelta carnero del empeine, el pie se hecha a volar, con la seguridad que le da la conciencia de saberse pie, final del cuerpo, pilar de estabilidad. Y recorre el trayecto que necesita para disfrutarlo y comenzar un descenso semejante a hundir una cuchara de plata en un tarro de miel. Y el pie derecho asume la fortaleza que requiere mantener un cuerpo erguido, inmóvil, atento, espera. Sabe que su turno llega, tarde o temprano, llega. Si se distrae, todo el cuerpo puede rodar como piedra de cántaro, o puede quebrarse, como el silencio. Espera. Y el pie izquierdo contacta la superficie que lo sostiene, la misma que antes, sólo que distinta. Más llana, más despareja, distinta. Y poco a poco comienza a sentir cómo es su turno de afirmarse sobre sí mismo, de volver a reposar talón, arco y dedos, de re-posar. Y mirar de reojo un vuelo feliz y esponjoso. El mismo que lo sostuvo, el mismo que lo sostendrá.
sábado, 29 de noviembre de 2008
El regocijo de reconocerse los más íntimos lunares maliciosos
de relamerse
de estarse por estar donde se desee estarse
de pisar aquí o allá
qué mas da una baldosa por otra
y los detalles
la alegría por los detalles
de los floreros
de las personas
del alma hacia adentro
que cada vez se reconoce más
que cada vez se conoce más
es ese momento en que la flor se abre
desprende su olor
y se vuelve más bonita que nunca
el viento acaricia los pétalos
y hace bailar al tallo
martes, 11 de noviembre de 2008
Momentos
Buen intento
la apariencia es un buen intento
se somete ante los ojos de cualquier espectador
y convence
a veces al espectador
a veces a la masa de burbujas con traje de piel color naranja
es sabrosa
la sangre que brota
al quitar la piel
es amargo
el sabor de la carne viva
que queda al descubierto
La luz de la claridad también encandila
la apariencia es un buen intento
se somete ante los ojos de cualquier espectador
y convence
a veces al espectador
a veces a la masa de burbujas con traje de piel color naranja
es sabrosa
la sangre que brota
al quitar la piel
es amargo
el sabor de la carne viva
que queda al descubierto
La luz de la claridad también encandila
sábado, 25 de octubre de 2008
Final feliz
La perseguían. Estaba segura de que la perseguían. Iba cruzando la plaza, en diagonal, con unas carpetas agarradas entre sus brazos, pelo atado con un broche, como si el pelo hubiera quedado atrapado todo el día entre los dientes del broche, desde el mismo momento en que se lo ató para cepillarse la boca y no tener que cargar durante la jornada la punta de los pelos dura de la pasta dental. La tarde estaba apagada, pero se percibía que en alguna habitación contigua del mundo había luces. En un primer momento, no lo hubo notado porque llevaba en sus oídos los auriculares del reproductor de música portátil, que, por la era tecnológica en la que nos encontramos, se ha dado en llamar, desde hace una corta data y cada vez con mayor adaptabilidad, MP3 o MP4. El trayecto a casa le llevaba unos veinte minutos caminando, y a los cinco de haberlo iniciado, se quedó sin batería. Ahí fue que empezó a percibir un ruido, como si estuviera lejano. El ruido era constante, tan constante como sus pasos, y seco, un ruido seco. Acomodándose el saquito sobre el pecho, giró la cabeza, inclinando también su cuerpo levemente hacia la izquierda, para corroborar que nadie estuviera tras de ella. O para acelerar el paso. Encontró vacío el camino que venía recorriendo. Para no caer en la tentación de la fantasía y restarle importancia a sus percepciones, desvió la atención hacia el contacto de su piel con el aire cálido que la rodeaba, y se acordó de las noches de verano en las playas de Monterroso, en Italia. Y también se le representaron las primeras noches de verano en la ciudad, cuando la gente cambia la expresión de su cara, aliviándola. Y después pensó que la estaban persiguiendo. Sí, así no más, sin pedir permiso o tan si quiera golpear las puertas, se le entrometía el pensamiento de que la estaban persiguiendo. Y era por el ruido que escuchaba, estaba segura. Ahora percibía claramente que el ruido eran pisadas. La plaza había quedado atrás, desvió la mirada a la vereda contraria. Nadie. Ese barrio, a esa hora, era un barrio tranquilo. En un zaguán cruzó a un perro vagabundo, color canela, hechado. Al llegar a la esquina, frenó. Respiró profundo, empezaba a ponerse nerviosa, y anticipándose al miedo, respiró profundo para recobrar su calma y su paso.
Hasta llegar a la casa hizo esfuerzos sobrehumanos en la lucha entre el perseguidor y la memoria de los lindos recuerdos por ganar el territorio cerebral. Abrió la puerta y la cerró rápidamente del lado de adentro con doble vuelta de llave. Se sacó los zapatos de taco y los dejó en la alfombra de la entrada. Se acostó a domir tranquila, y todos sus sueños fueron alegres. Sabía que la puerta, la cuidaba el perseguidor.
Hasta llegar a la casa hizo esfuerzos sobrehumanos en la lucha entre el perseguidor y la memoria de los lindos recuerdos por ganar el territorio cerebral. Abrió la puerta y la cerró rápidamente del lado de adentro con doble vuelta de llave. Se sacó los zapatos de taco y los dejó en la alfombra de la entrada. Se acostó a domir tranquila, y todos sus sueños fueron alegres. Sabía que la puerta, la cuidaba el perseguidor.
domingo, 19 de octubre de 2008
jueves, 9 de octubre de 2008
Equilibrio
Guadalupe, desde chica, solía subirse a cuanto cantero se cruzaba y lo recorría de punta a punta acomodando cuidadosamente un pie delante del otro, para evitar salirse del filo. Se imaginaba que si caía iba a ser devorada por los tiburones que merodeaban sigilosos los zócalos de las veredas.
También disfrutaba jugar al flamenco. Se vestía toda de rosa, salía al terreno que se extendía detras de su casa, fijaba la vista en un punto y podía pasar horas con todo el peso de su cuerpo sobre la pierna derecha. Si se cansaba o el pie izquierdo tocaba la tierra, cambiaba de pierna.
Guadalupe se ponía a prueba constantemente. Y también ponía a prueba a sus padres, que nunca llegaron si quiera a sospechar de que siempre se trataba de un juego premeditado por la pequeña Guadalupe cuando a punto caramelo el cachetazo, ella los miraba con sus grandes ojos negros y la paz volvía a reinar, y lo que podía haber sido una catástrofe no dejaba de ser una simple travesura. "Y la próxima vez te quedás sin postre, ¿entendiste?", "Sí, mami, te prometo que no me vuelvo a ir sin avisarte", decía con apenas cuatro años.
Se pasaba horas y horas mirando trapecistas en el televisor. Cómo iban de un extremo a otro, siempre por la misma cuerda, con sigilo, con respeto, porque si algo había aprendido es que al equilibrio hay que tenerle respeto. Es muy difícil obtenerlo, y extremadamente frágil su cuidado.
Se parte desde una base, el resultado es simplemente llegar intacto hasta la otra base, que no significa que sea mejor, simplemente es el otro extremo de la misma cuerda. En el medio, pueden pasar dos cosas: encontar la comodidad del equilibrio, o caerse.
La comodidad del equilibrio es fabulosa, pero lo que Guadalupe empezaba a notar es que ante la menor distracción del trapecista, el peso de su cuerpo lo hacía tambalear hasta caer abrazado por la red de contención. Por suerte, en la mayoría de los casos, siempre había una red de contención.
A medida que fue creciendo, Guadalupe fue cruzando cuerdas, desde una base hasta la otra, siempre cuerdas distintas. De la maldad a la bondad, de la alegría a la tristeza, del invierno al verano, de la soledad a la compañía, de las limitaciones a la libertad, de la pobreza a la riqueza, del hambre a la saciedad, de lo limpio a lo sucio, del cansancio al descanso, de las dudas a las certezas, de la mentira a la verdad, del silencio al ruido, del movimiento a la quietud. Y acá se quedó. Fue y vino muchas veces de un lado al otro de las cuerdas, hasta que se quedó quieta. Y quiso recorrer la cuerda de los sueños. En un extremo estaba su capacidad absoluta y extrema de soñar, y del otro lado no sabía con qué se iba a encontrar. ¿Cuál es la dualidad de soñar?
Se hizo una cola de caballo en el pelo, estiró los músculos, respiró profundamente varias veces, controló que sus zapatos estuvieran firmes y se lanzó, con cautela y respeto a cruzar la cuerda.
Iba llegando al centro de la cuerda, al punto máximo del equilibrio, desde donde se puede empezar a vislumbrar la plataforma del otro extremo, y miró para abajo. Tuvo la concentración para no dejarse caer, pero notó que debajo de esta cuerda no había red de contención, y le dió miedo.
Con la misma cautela y respeto que había iniciado su travesía, giró la cabeza, luego las caderas y por último los pies, y volvió a sentarse a la base desde la que había salido, temblando.
También disfrutaba jugar al flamenco. Se vestía toda de rosa, salía al terreno que se extendía detras de su casa, fijaba la vista en un punto y podía pasar horas con todo el peso de su cuerpo sobre la pierna derecha. Si se cansaba o el pie izquierdo tocaba la tierra, cambiaba de pierna.
Guadalupe se ponía a prueba constantemente. Y también ponía a prueba a sus padres, que nunca llegaron si quiera a sospechar de que siempre se trataba de un juego premeditado por la pequeña Guadalupe cuando a punto caramelo el cachetazo, ella los miraba con sus grandes ojos negros y la paz volvía a reinar, y lo que podía haber sido una catástrofe no dejaba de ser una simple travesura. "Y la próxima vez te quedás sin postre, ¿entendiste?", "Sí, mami, te prometo que no me vuelvo a ir sin avisarte", decía con apenas cuatro años.
Se pasaba horas y horas mirando trapecistas en el televisor. Cómo iban de un extremo a otro, siempre por la misma cuerda, con sigilo, con respeto, porque si algo había aprendido es que al equilibrio hay que tenerle respeto. Es muy difícil obtenerlo, y extremadamente frágil su cuidado.
Se parte desde una base, el resultado es simplemente llegar intacto hasta la otra base, que no significa que sea mejor, simplemente es el otro extremo de la misma cuerda. En el medio, pueden pasar dos cosas: encontar la comodidad del equilibrio, o caerse.
La comodidad del equilibrio es fabulosa, pero lo que Guadalupe empezaba a notar es que ante la menor distracción del trapecista, el peso de su cuerpo lo hacía tambalear hasta caer abrazado por la red de contención. Por suerte, en la mayoría de los casos, siempre había una red de contención.
A medida que fue creciendo, Guadalupe fue cruzando cuerdas, desde una base hasta la otra, siempre cuerdas distintas. De la maldad a la bondad, de la alegría a la tristeza, del invierno al verano, de la soledad a la compañía, de las limitaciones a la libertad, de la pobreza a la riqueza, del hambre a la saciedad, de lo limpio a lo sucio, del cansancio al descanso, de las dudas a las certezas, de la mentira a la verdad, del silencio al ruido, del movimiento a la quietud. Y acá se quedó. Fue y vino muchas veces de un lado al otro de las cuerdas, hasta que se quedó quieta. Y quiso recorrer la cuerda de los sueños. En un extremo estaba su capacidad absoluta y extrema de soñar, y del otro lado no sabía con qué se iba a encontrar. ¿Cuál es la dualidad de soñar?
Se hizo una cola de caballo en el pelo, estiró los músculos, respiró profundamente varias veces, controló que sus zapatos estuvieran firmes y se lanzó, con cautela y respeto a cruzar la cuerda.
Iba llegando al centro de la cuerda, al punto máximo del equilibrio, desde donde se puede empezar a vislumbrar la plataforma del otro extremo, y miró para abajo. Tuvo la concentración para no dejarse caer, pero notó que debajo de esta cuerda no había red de contención, y le dió miedo.
Con la misma cautela y respeto que había iniciado su travesía, giró la cabeza, luego las caderas y por último los pies, y volvió a sentarse a la base desde la que había salido, temblando.
lunes, 29 de septiembre de 2008
Sutilezas
Hay que tener cuidado
el azar no es gratuito
el aleteo de una mariposa en Bolivia
puede provocar
un tornado en Nepal
una caricia en mi dedo gordo del pie
hace reir
varias vidas de un mismo alma
a veces hasta las lágrimas
a veces hasta trascender
el azar no es gratuito
el aleteo de una mariposa en Bolivia
puede provocar
un tornado en Nepal
una caricia en mi dedo gordo del pie
hace reir
varias vidas de un mismo alma
a veces hasta las lágrimas
a veces hasta trascender
jueves, 25 de septiembre de 2008
Mesetas
Todavía no me he formado un prejuicio al respecto. Por un lado, se tiene la ventaja de apoyar la columna vertebral de forma recta en caso de posicionarse de manera horizontal. A lo sumo habría que correr alguna piedra, nada fuera de lo normal. Y si aún, la piedra a correr fuera demasiado grande, pues podría uno hacerse hacia un lado y ocupar un lugar diferente. Por que, y esto es un dato objetivo, las mesetas no son pequeñas, en general. Y por lo tanto permiten el desplazamiento y la comodidad. En el instante en que uno entra en una meseta, desde la mismísima fracción milimésima de segundo en que uno osa adentrarse en una meseta, sabe con plena conciencia, que ese trance no va a ser de duración ni corta ni angosta. Pero va a ser cómodo. No hay subidas, ni bajadas. No hay cansancio. Y esa misma ausencia de cansancio es la que, por regla de la negatividad, muta en aburrimiento. Y hay que saber ingeniárselas para seguir caminando hasta encontrar el límite de la meseta y de no confundir el aburrimiento con cansancio y acaso sentarse en posición de indio, cruzando las piernas y con la cabeza colgando, en medio de la nada. No hay que olvidar el momento en que uno decide, por propia voluntad, adentrarse a una meseta para evitar el camino empinado o porque se le pasó la salida. Caminar. Disfrutar cada paso. Los límites existen. Por eso uno camina, para traspasarlos.
sábado, 13 de septiembre de 2008
Cuatro Hermosores (.com)
Tengo un portarretratos que me habla. Miento. No tengo un portarretratos que me habla, tengo una foto puesta en un portarretratos y la que me habla es la foto. Está en el pasillo, ubicada sobre el viejo mueble de madera que saqué del quincho antes de que lo hicieran leña. El mueble, que es un aparador, tiene un estante donde coloqué varios adornos sin uso aparente, la caja de té, un salsero pintado a mano y el portarretratos que tiene la foto que me habla. Es una foto en blanco y negro. No es que sea vieja, sino que con las cámaras digitales podés cambiar el color de las fotos que tomás en el presente y hacerlas parecer como de hace cinco siglos atrás. Es increíble cómo una foto en blanco y negro puede tener tantos matices de blancos y de negros hasta contornear figuras concretas, con ojos, bocas, narices, sonrisas, pelos. Mi foto no dice siempre lo mismo. No es como un loro al que le enseñás a decir ´hola´ y cada vez que algún sujeto curioso se acerca para hacerle alguna mueca o incitarlo al habla el loro le dice ´boludo´. No. Aparentemente no hay nadie que le haya enseñado a hablar. Y sin embargo, cada vez que camino por el pasillo en dirección a la cocina, una fuerza invisible deposita mi mirada en la foto y ésta me habla. Yo soy la segunda empezando desde la izquierda. Las otras tres son, en mi mundo, ángeles. Hologramas perfectamente diseñados. La miro y la miro y me sigue sorprendiendo de qué manera una foto tomada únicamente en dos colores puede dibujar tan minuciosamente las sonrisas, la separación entre los dientes, las arrugas de los rostros, las ojeras, las orejas y sus laberintos. Es una foto feliz, eso sí. Los comentarios que me hace, siempre son positivos. Fue tomada en un momento feliz. Por una persona feliz. A cuatro personas felices. Quizás por eso los comentarios que me hace siempre son positivos. Qué cosa. Siempre buscando la justificación de la felicidad. De lo positivo. Es así. Punto. Es una foto feliz y hace comentarios positivos. Otra cosa pasa cada vez que veo la foto. Pienso siempre la misma frase. La foto me dice siempre cosas distintas y yo pienso siempre la misma frase. ´Qué mal salí.´Es justo la misma frase que dicen los hologramas cada vez que se ven reflejadas ahí. Pero nos gusta, en el fondo nos gustamos. Yo creo que a ellas también les habla. Por eso todas pensamos siempre la misma frase. Me gustaría saber si a ellas también les dice siempre cosas distintas, pero las mismas.
martes, 2 de septiembre de 2008
Voy entendiendo
Voy entendiendo
mezcla de humo y letras
de recrear fantasías
y entonces la paz.
El problema son los baches,
los que te hacen sacar la cabeza afuera de la ventanilla
y putear
putear a todo y a todos
y a mi
sobre todos, a mi.
Hasta que la luz otra vez
y como yo soy todos y todos son yo
ya no hay nada que putear
mejor los abrazos
y las risas
mezcla de humo y letras
de recrear fantasías
y entonces la paz.
El problema son los baches,
los que te hacen sacar la cabeza afuera de la ventanilla
y putear
putear a todo y a todos
y a mi
sobre todos, a mi.
Hasta que la luz otra vez
y como yo soy todos y todos son yo
ya no hay nada que putear
mejor los abrazos
y las risas
sábado, 30 de agosto de 2008
Es creer y no aceptarlo
Es mirarse al espejo y ver tu cara en la esquina inferior izquierda
tímida
roja
con los ojos tan abiertos que los sueños se escapan
con las lágrimas tan secas que las raíces se empiezan a pudrir
Es estar convencida y sonreirle a la mentira
amasarla
agregarle harina
se pueden crear kilos y kilos de tallarines
comerlos con tuco
manchar el mantel
pero las mentiras no se digieren
se acomodan entre los huecos inseguros del alma
se asientan
se maquillan
salen con anillos y celulares a caminar las veredas
para ser vistas
para ser queridas
para ser aceptadas
para ser.
Es mirarse al espejo y ver tu cara en la esquina inferior izquierda
tímida
roja
con los ojos tan abiertos que los sueños se escapan
con las lágrimas tan secas que las raíces se empiezan a pudrir
Es estar convencida y sonreirle a la mentira
amasarla
agregarle harina
se pueden crear kilos y kilos de tallarines
comerlos con tuco
manchar el mantel
pero las mentiras no se digieren
se acomodan entre los huecos inseguros del alma
se asientan
se maquillan
salen con anillos y celulares a caminar las veredas
para ser vistas
para ser queridas
para ser aceptadas
para ser.
jueves, 28 de agosto de 2008
Remate de sueños
- ¿Es acá o es mas allá?.
Ernesto se lo preguntaba todo el tiempo, en voz alta, en voz baja, frente al espejo, frente a sus amigos, en sueños o cuando las gotas de la ducha no terminaban de limpiar su cabeza de pensamientos.
- ¿Me voy hasta allá y veo cómo es la cosa, o trato de estirar el cogote para ver si alcanzo un vistazo y mientras tanto me siento cómodo en el sillón de cuerina roja que compré en el remate de calle Santa Fé?
Su falta de conciencia en el momento y la infinidad de alternativas voluntariamente renunciadas, estaban poniendo a prueba su tranquilidad y su confianza en el esquema de vida que tan bien le habían inculcado. Y hasta ese momento, le iban ganando.
Probó con tarot y también con ansiolíticos. No había psicólogo que pudiera orientarlo, porque no había psicólogo que lograra extraer el significado profundo que Ernesto le daba a sus palabras cuando decía que creía en otra forma de vida, en otra forma de personificar las responsabilidades que debía asumir como parte integrante y escencial del sistema. Eso decía.
- Ya se te va a pasar, ya vas a ver... ahora porque estás confundido Ernesto, y está bien que te replantees esas cosas que vos pensás, pero ya te vas a dar cuenta porqué las cosas son cómo son y no de otra manera.
Ernesto escuchaba con atención, pero le seguía resultando más fácil comprar sillones rojos en el remate de calle Santa Fé.
No sé exactamente cuándo fué, creo que un miércoles, o un sábado, hace algunos años ya. Estaba llevando a mis hijos a natación y hacía rato no sabía nada de Ernesto. Caminaba por calle Santa Fé. Pasé por la puerta del remate. En la vereda, uno al lado del otro, pude reconocer los sillones de cuerina roja.
lunes, 25 de agosto de 2008
Ventajas de una desocupada
Hoy elaboré dos conclusiones:
Corriendo viento en contra duro la mitad de tiempo que corriendo viento a favor.
Las viejas solas de barrio, de todos los barrios, tienen un perro chiquito, de patas cortas, de razas dudosas, que una vez al día, mínimo, sacan a pasear con la excusa de salir a la calle a encontrar a otras viejas solas de barrio, que hayan salido a pasear sus perros chiquitos, de partas cortas, de raza dudosa, y charlar.
La ventaja, sacar conclusiones.
Corriendo viento en contra duro la mitad de tiempo que corriendo viento a favor.
Las viejas solas de barrio, de todos los barrios, tienen un perro chiquito, de patas cortas, de razas dudosas, que una vez al día, mínimo, sacan a pasear con la excusa de salir a la calle a encontrar a otras viejas solas de barrio, que hayan salido a pasear sus perros chiquitos, de partas cortas, de raza dudosa, y charlar.
La ventaja, sacar conclusiones.
martes, 19 de agosto de 2008
Me fui de viaje.
Me fui de viaje y volví. Antes de irme, yo andaba por aca, por la vida, con la vida. Me fuí y dejé esa vida acá. Y a medida que me alejaba en la ruta, con el auto, se me iba formando una nueva vida sobre el contorno del cuerpo. Y empecé a vivir esa nueva vida, recordando olvidar que por allá, por donde yo ya no transitaba, había quedado la vida anterior. Mis plantas crecieron. Mi barriga también. Mi casa se fue cubriendo de polvo. Mi ropa, de tierra. El silencio bailó por el pasillo. El silencio bailó por mi alma. Tuve montañas de nieve, lagos, pinos y pájaros. El aire frío de la cordillera luchó contra mi aliento. Y volví. Tengo una gran ventana que asoma a un patio interno donde crecen tomates. El té caliente choca contra el muelle de mi boca. Ando por acá, por la vida, con la vida.
martes, 5 de agosto de 2008
Esta loca, loca vida
Tan abstracta. Pegajosa y desconocida al principio. La vamos contaminando. Acotando. Consumiendo. Malgastando. Es tan simple. Asusta. Lo simple, asusta. No se cree. Tiene que ser difícil, dual. Qué es el miedo? La incertidumbre? La duda? No existen. Los inventamos. Descreemos de la vida sin ellos. Es tan simple. Asusta. Abrir los ojos, mas que la cabeza. Anular el mental. La vida te lleva de las pestañas. Tampoco es un paseo gratis. Atención. Corazón. No mucho mas. La vida es sincrónica. Es armónica. Asusta. Lo simple, asusta. Somos uno con el mundo, y el mundo es cada uno. Espejos. Aceptación. Intercambio de energía constante. Intención. Conciencia. El hoy. El ahora. Asusta.
miércoles, 23 de julio de 2008
El tiempo pasa.
Después de quince minutos de cola.
- Hola, buenos días. Dos consultas le hago: la primera a cerca del estado de un expediente.-
Y cortando abruptamente el aire que acababa de inspirar a fin de continuar la exposición: - Para eso tenés que venir los lunes de ocho treinta a once treinta - dijo el casette de voz resfriada.
- Ajá. - Contesté. - La segunda es si tienen acaso un mapa de Italia. - Suponiendo que al tratarse del Consulado Italiano se desplegaría ante mí un catálogo de mapas políticos, hidrográficos, de rutas, turísticos, y demases.
Con el mentón pegado al cuello y las pupilas queriendo escaparse de sus ojos, sin mover ni un músculo de más, me pidió que esperara al lado de aquélla puerta. Y lo hice. Con una amplia sonrisa, agradecí la atención y me dirijí hacia la puerta correspondiente, que estaba abierta.
Desde afuera se oía claramente una conversación telefónica, y los interlocutores dialogaban en italiano. No entendí nada de lo que se decían, porque eso de que el italiano es parecido al español, sucede en las películas de amor de la Toscana nada mas. Lo que sí podía traducirse era la exasperación con que el interlocutor que estaba detrás de la puerta abierta intentaba explicar al interlocutor que no sé donde estaría, algo.
Esperé alrededor de veinte minutos, poniendo toda mi energía para que aquélla aburrida, larga e inentendible comunicación telefónica se cortara. Y así yo podría acceder a mi mapa de Italia que ya hacía mas de media hora había ido a buscar.
Finalmente, y no creo que gracias a mi energía, el interolcutor de atrás de la puerta colgó el tubo. Me incorporé esperando a ser llamada, pero no fue necesario. Un hombre bajito, de cara redonda, mejillas rojas y poco pelo se acercó con sonrisa tímida y sin decir ni una palabra me miró.
- Hola, disculpe que lo moleste, es que ando buscando un mapa de Italia.
- ¿Una mapa?
- Sí, un mapa - y trataba de dibujar con mis manos torpes un mapa de italia en el aire.
- Ah! sí, sí, una mappa! - acentuando la letra "P" y desplegando su musical lenguaje italiano. - Tengo una mappa, claro que sí, sí sí! Pero podría esperarme veinte minutos, allí, por favor?-
Mi cabeza giró en la dirección que marcaba su dedo, volvió a girar en la dirección contraria, lo miré, incluso creo que levanté una sola ceja, y muy educadamente le dije -No- y me fuí. Sin el mapa.
- Hola, buenos días. Dos consultas le hago: la primera a cerca del estado de un expediente.-
Y cortando abruptamente el aire que acababa de inspirar a fin de continuar la exposición: - Para eso tenés que venir los lunes de ocho treinta a once treinta - dijo el casette de voz resfriada.
- Ajá. - Contesté. - La segunda es si tienen acaso un mapa de Italia. - Suponiendo que al tratarse del Consulado Italiano se desplegaría ante mí un catálogo de mapas políticos, hidrográficos, de rutas, turísticos, y demases.
Con el mentón pegado al cuello y las pupilas queriendo escaparse de sus ojos, sin mover ni un músculo de más, me pidió que esperara al lado de aquélla puerta. Y lo hice. Con una amplia sonrisa, agradecí la atención y me dirijí hacia la puerta correspondiente, que estaba abierta.
Desde afuera se oía claramente una conversación telefónica, y los interlocutores dialogaban en italiano. No entendí nada de lo que se decían, porque eso de que el italiano es parecido al español, sucede en las películas de amor de la Toscana nada mas. Lo que sí podía traducirse era la exasperación con que el interlocutor que estaba detrás de la puerta abierta intentaba explicar al interlocutor que no sé donde estaría, algo.
Esperé alrededor de veinte minutos, poniendo toda mi energía para que aquélla aburrida, larga e inentendible comunicación telefónica se cortara. Y así yo podría acceder a mi mapa de Italia que ya hacía mas de media hora había ido a buscar.
Finalmente, y no creo que gracias a mi energía, el interolcutor de atrás de la puerta colgó el tubo. Me incorporé esperando a ser llamada, pero no fue necesario. Un hombre bajito, de cara redonda, mejillas rojas y poco pelo se acercó con sonrisa tímida y sin decir ni una palabra me miró.
- Hola, disculpe que lo moleste, es que ando buscando un mapa de Italia.
- ¿Una mapa?
- Sí, un mapa - y trataba de dibujar con mis manos torpes un mapa de italia en el aire.
- Ah! sí, sí, una mappa! - acentuando la letra "P" y desplegando su musical lenguaje italiano. - Tengo una mappa, claro que sí, sí sí! Pero podría esperarme veinte minutos, allí, por favor?-
Mi cabeza giró en la dirección que marcaba su dedo, volvió a girar en la dirección contraria, lo miré, incluso creo que levanté una sola ceja, y muy educadamente le dije -No- y me fuí. Sin el mapa.
martes, 22 de julio de 2008
Soy un punto negro. No sé mucho de mí, pero eso sí, y también que estoy dibujada en una enorme superficie blanca. No podría precisar exactamente si estoy en el centro de esa superficie, sobre el costado derecho o mas cerca del borde inferior. Lo que sí puedo precisar es que desde donde yo estoy, no llego a ver ningún límite, ninguna frontera.
Empiezo a moverme, pero es inútil, a los puntos negros no nos resulta nada sencillo la tarea de desplazarnos. Sin embargo, después de varios intentos, movimientos y esfuerzos noto que si tomo impulso, giro. ¡Puedo girar! Y a medida que hago el intento resulta cada vez mas fácil. Y empiezo a sentir que hay mas.
Cuando logro que mis giros se mantengan en el tiempo, una parte de mí empieza a estirarse. Podría decir que ahora soy un punto negro con un brazo. Y sigo girando. Observo. Mi brazo empieza a formar una especie de paraguas sobre mi cuerpo. No, no. No es un paraguas. Se sigue estirando. Me rodea. Y giro. Mi brazo es cada vez mas largo, y cada vez mas redondo.
No sé mucho de mi, sólo que soy un espiral. Y también que una vez que empezás a girar, no podés parar.
domingo, 13 de julio de 2008
Prejuicio
La música, como los zapatos, condicionan la postura de un ser humano. Lo disfrazan o lo vuelven mas auténtico. El ser humano se identifica con el condicionamiento, y comienza a actuar de una manera prejuiciada. Si se calza zapatillas, se verá más relajado. Los mocasines implican un mentón levantado. Los zapatos de taco, en el caso de las damas, el arqueamiento de la columna vertebral en su zona lumbar. El rock nacional de los setenta, el compromiso con los valores. Sabina, el buen gusto de una vida rebalsada de vida y poesía. El flaco Spinetta, la apreciación de las sutilezas. Pink Floyd, el traspaso de los ´no límites´ de la conciencia.
Las ojotas y Bob Marely combinan muy bien.
Las ojotas y Bob Marely combinan muy bien.
miércoles, 25 de junio de 2008
A gusto y piacere
Claro! Ahora sí... está clarisimo el mecanismo de la vida!, aunque, si me permiten una opinión, yo lo calificaría de perverso, y a su vez, motivador.
Porque uno empieza ahí, pagajoso, en bolas y con un desconocido que te tira de los pies y vos boca abajo. Bienvenido. Gracias. Está muy lindo el decorado que eligieron para recibirme.
Y es a partir de ese momento que, para algunos, ya sabés en tu interior para qué venisite. Para otros, las estrellas son las que lo dicen todo... está clarisimo! También están los que dicen que está escrito, no saben dónde, pero que está escrito. Hay otro grupo que sostiene que cada uno se lo va forjando solito, a gusto y piacere.
Pero el hecho es que a partir de ese momento nos toca vivir y elegir el instante constante de acción y decisión. Cada acto tiene sus efectos. Repercute en cada átomo y molécula, y dispersa esos efectos como en una ola constante de aire. Cada palabra. Cada mirada. Cada canción.
Y sin intención aparente, como para despejarse un rato de tanta combustión mental interna, uno prende el televisor, y hasta, en una de esas, con algo de suerte, enganchás algo que te haga reir. ¿En qué se convirtió el mundo? Pero no vayamos tan lejos ¿En qué se convirtió la gente de cada pedazo de tierra ocupado?
Y es perfecto ese momento para darse cuenta, al menos, lo que no vamos a ser, lo que nunca va a pasar con nosotros, lo fuerte que hay que ser para mantenerse un poco al margen de tanta idiotez.
Pero todavía no logramos captar bien la idea de las estrellas, ni nos entendemos con nosotros mismos como para mantener(nos) un diálogo, el lugar donde dicen que está escrito sigue sin aparecer, y no nos queda más que seguir forjándolo a gusto y piacere.
Lo motivador es que cada vez somos mas los que tomamos conciencia de la importancia del instante, de la fracción más pequeña de tiempo que se haya querido inventar. Porque cada vez somos más los que queremos la sonrisa permanente, que forjarlo no sea una desgracia, sino la principal y mejor tarea que querramos hacer.
Porque uno empieza ahí, pagajoso, en bolas y con un desconocido que te tira de los pies y vos boca abajo. Bienvenido. Gracias. Está muy lindo el decorado que eligieron para recibirme.
Y es a partir de ese momento que, para algunos, ya sabés en tu interior para qué venisite. Para otros, las estrellas son las que lo dicen todo... está clarisimo! También están los que dicen que está escrito, no saben dónde, pero que está escrito. Hay otro grupo que sostiene que cada uno se lo va forjando solito, a gusto y piacere.
Pero el hecho es que a partir de ese momento nos toca vivir y elegir el instante constante de acción y decisión. Cada acto tiene sus efectos. Repercute en cada átomo y molécula, y dispersa esos efectos como en una ola constante de aire. Cada palabra. Cada mirada. Cada canción.
Y sin intención aparente, como para despejarse un rato de tanta combustión mental interna, uno prende el televisor, y hasta, en una de esas, con algo de suerte, enganchás algo que te haga reir. ¿En qué se convirtió el mundo? Pero no vayamos tan lejos ¿En qué se convirtió la gente de cada pedazo de tierra ocupado?
Y es perfecto ese momento para darse cuenta, al menos, lo que no vamos a ser, lo que nunca va a pasar con nosotros, lo fuerte que hay que ser para mantenerse un poco al margen de tanta idiotez.
Pero todavía no logramos captar bien la idea de las estrellas, ni nos entendemos con nosotros mismos como para mantener(nos) un diálogo, el lugar donde dicen que está escrito sigue sin aparecer, y no nos queda más que seguir forjándolo a gusto y piacere.
Lo motivador es que cada vez somos mas los que tomamos conciencia de la importancia del instante, de la fracción más pequeña de tiempo que se haya querido inventar. Porque cada vez somos más los que queremos la sonrisa permanente, que forjarlo no sea una desgracia, sino la principal y mejor tarea que querramos hacer.
domingo, 22 de junio de 2008
Cruzarlo
no se sabe para qué
ni cómo
sólo hay que hacerlo
no importa lo que divide
ni qué lado es mejor
es la sensación lo que importa
como flotar
o volar
nadie sabe cómo se siente
eso es lo que lo hace mágico
sobre todo por el nudo en la panza
y ésa es la señal
el banderín de largada levantado
sólo hay que cerrar los ojos
y
cruzarlo
no se sabe para qué
ni cómo
sólo hay que hacerlo
no importa lo que divide
ni qué lado es mejor
es la sensación lo que importa
como flotar
o volar
nadie sabe cómo se siente
eso es lo que lo hace mágico
sobre todo por el nudo en la panza
y ésa es la señal
el banderín de largada levantado
sólo hay que cerrar los ojos
y
cruzarlo
viernes, 13 de junio de 2008
Viernes de invierno
Hay días especialmente diseñados para que uno no desee salir de su casa, y para eso es fundamental encontrar una actividad que lo mantenga entretenido durante tantas horas de encierro elegidas.
Una de esas actividades puede ser abrir la puerta de esa baulera infernal que no hace mas que tragar papeles inútiles que en algún momento hubo sospecha de que quizás en algún momento futuro, pudieran ser útiles o releídos por entretenimiento o aburrimiento, pero después de siete años y encontrándose uno parado (o sentado) en esos días especialmente diseñados para desear no salir de la casa, se da cuenta de que no, definitivamente esos papeles no hacen mas que juntar mugre porque jamás nos acordamos ni nos vamos a acordar de su existencia.
Pero lo interesante de esos días, esas actividades, y esos papeles, es que se pueden encontrar en la última hoja de un cuaderno oficio con muchas hojas en blanco, cosas escritas, una a continuación de la otra, como éstas:
" Se avistan avispas que avisan aventuras.
QUE FACIL ES ENGAÑAR A LA MENTE" (20/07/06)
" No soy anzuelo
no sueño futuros
no soy red
no soy promesa
no soy cultura ni vino
no soy texto
no soy tuya
soy la mina que se muere de amor por vos"
Una de esas actividades puede ser abrir la puerta de esa baulera infernal que no hace mas que tragar papeles inútiles que en algún momento hubo sospecha de que quizás en algún momento futuro, pudieran ser útiles o releídos por entretenimiento o aburrimiento, pero después de siete años y encontrándose uno parado (o sentado) en esos días especialmente diseñados para desear no salir de la casa, se da cuenta de que no, definitivamente esos papeles no hacen mas que juntar mugre porque jamás nos acordamos ni nos vamos a acordar de su existencia.
Pero lo interesante de esos días, esas actividades, y esos papeles, es que se pueden encontrar en la última hoja de un cuaderno oficio con muchas hojas en blanco, cosas escritas, una a continuación de la otra, como éstas:
" Se avistan avispas que avisan aventuras.
QUE FACIL ES ENGAÑAR A LA MENTE" (20/07/06)
" No soy anzuelo
no sueño futuros
no soy red
no soy promesa
no soy cultura ni vino
no soy texto
no soy tuya
soy la mina que se muere de amor por vos"
miércoles, 11 de junio de 2008
Fotografías
Cada gesto de tu nariz
un paseo en bote por el río amazonas
el Arco de Triunfo visto desde la parte más alta de la Torre Eiffel
El collar de semillas rojas
La Gruta Azul que nunca llegué a conocer
El abrazo contento de los chiquitos de Kuna Yala
La voz sabor a gelatina de frutilla de Julio
La pelopincho
Y todavía tengo rollo para rato
un paseo en bote por el río amazonas
el Arco de Triunfo visto desde la parte más alta de la Torre Eiffel
El collar de semillas rojas
La Gruta Azul que nunca llegué a conocer
El abrazo contento de los chiquitos de Kuna Yala
La voz sabor a gelatina de frutilla de Julio
La pelopincho
Y todavía tengo rollo para rato
domingo, 1 de junio de 2008
Mundo
Raymundo Gonzalez. Así se llama. Pero sus amigos prefieren llamarlo ¨Mundo¨. Es que Raymundo, a quien sus amigos más íntimos definitivamente llaman "Mundo", es el Encargado del Correo Telégrafo de Ukupseni (Playón Chico), en la Comarca de Kuna Yala, Panamá. Y sus amigos han decidido llamarlo de esa forma no porque haya viajado por otras tierras, no porque sea un ´hombre de mundo´, como suele decir la raza blanca. Sino porque Raymundo recibe cartas de todas partes del mundo. Él conoce la procedencia de todas y cada una de las cartas que cada uno de sus hermanos recibe en la manos. Sabe que las cartas de francia huelen a perfume, que las de escocia a whiskey, y las alemanas a malta. Las de Cuba a Ron, y las mexicanas a Tequila.
´Mundo´ es parte de la comunidad que todos los domingos, desde las ocho (o antes) de la mañana, junto a varios amigos y hermanos más, se reúnen debajo de las ramas de un viejo árbol de Mango. Es por eso que desde que los conocí, los recuerdo como la Comunidad del Mango. Tomando cerveza, resignando sus cuerpos al vaiven de la hamaca, sonriendo desde el alma y ofreciendo toda su presencia en el momento mismo en el que mas de una persona sintió la vibración del aire tocada por la historia.
´Mundo´ es parte de la comunidad que todos los domingos, desde las ocho (o antes) de la mañana, junto a varios amigos y hermanos más, se reúnen debajo de las ramas de un viejo árbol de Mango. Es por eso que desde que los conocí, los recuerdo como la Comunidad del Mango. Tomando cerveza, resignando sus cuerpos al vaiven de la hamaca, sonriendo desde el alma y ofreciendo toda su presencia en el momento mismo en el que mas de una persona sintió la vibración del aire tocada por la historia.
sábado, 31 de mayo de 2008
Vidas cruzadas
He conocido a muchas personas en mi vida. Muchas. Tantas que no podría ni contarlas, porque ha decir verdad, seguramente de mas de la mitad ni siquiera me acuerdo. Y no sólo porque no hayan sido personas interesantes, sino seguramente porque además no fueron significantes para mi existencia en el momento del encuentro (y a la inversa).
Pero hay unas de ellas que, en particular, no sólo me han interesado sino que además me han formado, me han acompañado, me han dejado des-colocada.
Una de ellas por ejemplo, es una persona que vive en conflicto con ella misma. En bondad no hay quien le gane, pero esa contradicción constante que le domina el alma, hace que su sonrisa no termine de dejarla contenta.
Hay mas. Hay otra que no logra compenetrarse con las decisiones que toma, todas son ´por las dudas´, y así pasa el tiempo. Y así los otoños. Pero nadie le gana en intuición, en el análisis exacto de todo lo que no tenga que ver con ella.
La que siempre supo cómo y de qué manera iba a ser (a hacer) su vida, sin calcular los pormenores del medio, pero siempre la casa, el árbol, el libro y los hijos (seguramente no en ése órden). Alguien, acaso, pensó en resistirse ante esa mirada transparente?
Una coraza usa como comodín diario, la forma mas cómoda y elegante de no tener que afrontar, ni siquiera hacia sí misma, el bagaje de noches lloradas. Pero a ella la mima su propia imagen de optimismo y alegría, igual que me mima a mí, si también lo necesito.
Y la simplicidad. Y la bondad sin consecuencias. Por qué deberíamos concebir al mundo de otra manera? Justo ahora está en crisis, pero en el fondo de su alma sabe que solamente se trata de volver al encuentro con uno mismo. Y ahí está la clave de todo.
Y mi alma. Ese alma que no sólo me identifica, sino que la respiro. Esa sincronicidad necesitada sin saberlo. Desde hace menos que el resto, pero desde hace mas intensidades. Y gracias. Porque si no hubiese sido de esa manera... (suspiro).
Y todas hablamos de todas. Y todas escuchamos a todas. Y todas formamos parte de la vida de todas. Y todas ´cada una su mambo´. Pero todas a cada una lo contamos. Entonces todas cada una una idea, un prejuicio, un concepto. Pero cada una desde su lugar, sus vivencias. Y eso nos hace tan especiales. Y eso nos hace tan unidas. Y eso nos hace tan amigas.
Pero hay unas de ellas que, en particular, no sólo me han interesado sino que además me han formado, me han acompañado, me han dejado des-colocada.
Una de ellas por ejemplo, es una persona que vive en conflicto con ella misma. En bondad no hay quien le gane, pero esa contradicción constante que le domina el alma, hace que su sonrisa no termine de dejarla contenta.
Hay mas. Hay otra que no logra compenetrarse con las decisiones que toma, todas son ´por las dudas´, y así pasa el tiempo. Y así los otoños. Pero nadie le gana en intuición, en el análisis exacto de todo lo que no tenga que ver con ella.
La que siempre supo cómo y de qué manera iba a ser (a hacer) su vida, sin calcular los pormenores del medio, pero siempre la casa, el árbol, el libro y los hijos (seguramente no en ése órden). Alguien, acaso, pensó en resistirse ante esa mirada transparente?
Una coraza usa como comodín diario, la forma mas cómoda y elegante de no tener que afrontar, ni siquiera hacia sí misma, el bagaje de noches lloradas. Pero a ella la mima su propia imagen de optimismo y alegría, igual que me mima a mí, si también lo necesito.
Y la simplicidad. Y la bondad sin consecuencias. Por qué deberíamos concebir al mundo de otra manera? Justo ahora está en crisis, pero en el fondo de su alma sabe que solamente se trata de volver al encuentro con uno mismo. Y ahí está la clave de todo.
Y mi alma. Ese alma que no sólo me identifica, sino que la respiro. Esa sincronicidad necesitada sin saberlo. Desde hace menos que el resto, pero desde hace mas intensidades. Y gracias. Porque si no hubiese sido de esa manera... (suspiro).
Y todas hablamos de todas. Y todas escuchamos a todas. Y todas formamos parte de la vida de todas. Y todas ´cada una su mambo´. Pero todas a cada una lo contamos. Entonces todas cada una una idea, un prejuicio, un concepto. Pero cada una desde su lugar, sus vivencias. Y eso nos hace tan especiales. Y eso nos hace tan unidas. Y eso nos hace tan amigas.
martes, 25 de marzo de 2008
Ahí voy
"Y en el camino cruzaremos por las piedras, y en el camino encontraremos almas nuevas, y en el camino te daré lo que me queda, para seguir viviendo así" Algo mas o menos así dicen Los Piojos. Algo mas o menos así cualquier semejanza con la realidad, no es pura coincidencia.
Estoy viajando, con uno más, con dos más, con migo. A veces sola. Y rodeada de gente. Por todos lados. De todos lados. Me preocupa poder definirme, me pre-ocupa, y me mantiene ocupada todo el tiempo. Definirme. Debería empezar por poder definir qué quiero decir con 'definirme'. Y a medida que pasa el tiempo, la gente, soy una nueva a cada rato. Entonces se despierta en mí la ídea, la magnífica idea, de explorar mi mundo interior independientemente del exterior. Y ahi sí que estoy frita. La idea no es que fuera buena, era magnífica de verdad, pero la práctica... Cada gesto me determina. Cada mirada me anima. Cada rostro me muestra una nueva cara de la vida. Y yo tratando de definirme sin ellos. El problema, igual, no es que no logre definirme. El problema es la locura existencial, el quien soy, el a dónde vamos. Porque nada sucede en el universo sin que traiga una consecuencia a colación. El Buda dice que hay que eliminar el deseo y la aversión, para poder llegar a eliminar el sufrimiento de la vida y lograr la felicidad consciente en un presente palpable. Ahí voy.
Estoy viajando, con uno más, con dos más, con migo. A veces sola. Y rodeada de gente. Por todos lados. De todos lados. Me preocupa poder definirme, me pre-ocupa, y me mantiene ocupada todo el tiempo. Definirme. Debería empezar por poder definir qué quiero decir con 'definirme'. Y a medida que pasa el tiempo, la gente, soy una nueva a cada rato. Entonces se despierta en mí la ídea, la magnífica idea, de explorar mi mundo interior independientemente del exterior. Y ahi sí que estoy frita. La idea no es que fuera buena, era magnífica de verdad, pero la práctica... Cada gesto me determina. Cada mirada me anima. Cada rostro me muestra una nueva cara de la vida. Y yo tratando de definirme sin ellos. El problema, igual, no es que no logre definirme. El problema es la locura existencial, el quien soy, el a dónde vamos. Porque nada sucede en el universo sin que traiga una consecuencia a colación. El Buda dice que hay que eliminar el deseo y la aversión, para poder llegar a eliminar el sufrimiento de la vida y lograr la felicidad consciente en un presente palpable. Ahí voy.
viernes, 22 de febrero de 2008
Sonreir no cuesta nada
Loco, loco, loco, loco... lo que se dice loco... no estaba. Pero vamos, que tampoco se puede negar que andaba del camino... como decirlo... un poco tirado a la izquierda... mas bien en la banquina. Y ojo que no era un mal tipo eh... naaaaah... era de esos locos lindos... los que se ríen todo el día... los que se creen que la vida es juerga, que no hay que trabajar, que lo importante es el día a día y esas cosas... no piensan en el futuro... pero bueno, tampoco se puede negar que tan mal no se los vé, que si estuvieran tan mal como uno piensa... que van a andar con esa sonrisa de acá para allá todo el día. Yo no digo que no lo hacen porque así consiguen que les dejen mas propina por semáforo, tampoco soy tonta... pero mirá que no es una pavada sonreir todo el santo día. Vos porque no tenés marido e hijos... ahí quiero ver cuánto tiempo del día vas a estar tan sonriente como se lo vé al loquito ese... pobre!
jueves, 21 de febrero de 2008
Matilde lo hizo
"Cómo se explican las sensaciones?" Se preguntaba Matilde cuando no lograba distinguir si ese nudo que tenía en la panza era hambre, miedo o una alegría incontenible e incontrolable que se le escapaba por los poros. "Y entonces... lo que no se explica... se puede compartir? Por que si no se explica... cómo sé que lo que otros están entendiendo o sintiendo es lo mismo que lo que yo no logro distinguir entre hambre, miedo o una alegría inconbla bla bla...".
Y así andaba Matilde por la vida. Con un ojo muy bierto y con el otro a media asta, dudando, mirando, tratando de descubrir los sentimientos ajenos. Quizás parezca una tarea fácil, pero como toda ocupación tiene sus inconvenientes, que generalmente van apareciendo a medida que mas se vive de una manera determinada. Por eso Matilde pensaba que la solución era no adoptar, en definitiva, ninguna manera determinada de vida, sino ir cambiando a medida que vemos que la cosa se pone seria, sea cual sea la manera determinada de vida que se haya adoptado.
Pero habíamos quedado en que Matilde andaba por la vida tratando de descubrir los sentimientos ajenos, no porque le importara lo que otros sentían sino porque estaba muy interesada en los propios, y pensaba que quizás contando lo que a ella le pasaba, si conseguía que alguien la entendiera y le pasara lo mismo, podría por fin descubrir cuál era el sentimiento que ella estaba teniendo: hambre, miedo o una alegría incontenible e incontrolable.
Pensó que lo mas práctico sería corporizar el sentimiento, quizás si alguien la veía hacer algo que lo identificara la iban a frenar y le iban a decir con los ojos bien abiertos y zamarreando las manos hacia adelante: "a mi me pasa igual!!!". Pero no. Ni uno. Ni dos. "Pero es que soy de vidrio? Ahora me van a decir que nadie lo notó?" Y no, Matilde, nadie lo notó.
Y dándose cuenta que su actitud estaba pasando a ser un modo determinado de vida, afianzó sus principios, y salió sonriendo hacia su hamaca paraguaya a mirar la luna, que esa noche estaba particularmente brillante.
Y así andaba Matilde por la vida. Con un ojo muy bierto y con el otro a media asta, dudando, mirando, tratando de descubrir los sentimientos ajenos. Quizás parezca una tarea fácil, pero como toda ocupación tiene sus inconvenientes, que generalmente van apareciendo a medida que mas se vive de una manera determinada. Por eso Matilde pensaba que la solución era no adoptar, en definitiva, ninguna manera determinada de vida, sino ir cambiando a medida que vemos que la cosa se pone seria, sea cual sea la manera determinada de vida que se haya adoptado.
Pero habíamos quedado en que Matilde andaba por la vida tratando de descubrir los sentimientos ajenos, no porque le importara lo que otros sentían sino porque estaba muy interesada en los propios, y pensaba que quizás contando lo que a ella le pasaba, si conseguía que alguien la entendiera y le pasara lo mismo, podría por fin descubrir cuál era el sentimiento que ella estaba teniendo: hambre, miedo o una alegría incontenible e incontrolable.
Pensó que lo mas práctico sería corporizar el sentimiento, quizás si alguien la veía hacer algo que lo identificara la iban a frenar y le iban a decir con los ojos bien abiertos y zamarreando las manos hacia adelante: "a mi me pasa igual!!!". Pero no. Ni uno. Ni dos. "Pero es que soy de vidrio? Ahora me van a decir que nadie lo notó?" Y no, Matilde, nadie lo notó.
Y dándose cuenta que su actitud estaba pasando a ser un modo determinado de vida, afianzó sus principios, y salió sonriendo hacia su hamaca paraguaya a mirar la luna, que esa noche estaba particularmente brillante.
lunes, 18 de febrero de 2008
Laberintos
Confusa y razonadamente se suceden los huracanes de pensamientos. De la búsqueda de una personalidad hasta los detalles de mejor gusto cuando de servir una cena se trata. Esa irreparable necesidad de ocupar cada momento de manera omnipotente, de la manera mas abarcativa posible al punto de llegar a ser, sin serlo ni creerlo realmente. Pero lo importante es no frenar; hasta que se frena. Y entonces ahí la calma. Incertidumbre calma. Calma calma. Y la nada. Pero nunca se llega a eso, porque antes el miedo, la necesidad de lo seguro. Pero de qué seguridad me hablás? Acciones en qué Estado de Animo invertiste? Y los pensamientos se siguen sucediendo entre lo excitante que puede resultar el momento cumbre de la meditación y la pimienta de las ensaladas.
miércoles, 6 de febrero de 2008
Fiebre Tifoidea
Hay una vacuna específica que se aplica para evitar el surgimiento de la fiebre tifoidea en un ser un humano, cualquiera haya sido el origen de la inserción del virus en el cuerpo del mismo. Para ello, al cuerpo del ser humano se le inserta, mediante el empleo de una aguja, una mínima dosis del virus. El virus, una vez dentro del cuerpo del ser humano, empieza a comportarse como virus, pero al ser mínima la dosis insertada, los estudios dicen que las defensas del ser humano vencen la batalla y erradican al virus de su territorio. Sin embargo, ha sucedido que la dosis del virus insertada en el cuerpo de un ser humano no ha resultado ser mínima, y es ahí cuando el virus, que actúa como virus, empieza a ganarle la batalla a las defensas del cuerpo del ser humano. Consecuentemente el ser humano empieza a sentir los efectos del virus, los anuncia y nuevamente aplican la vacuna específica que se utiliza para evitar el surgimiento de la fiebre tifoidea en un ser humano. Y muere.
Nota de la Autora: la explicación de cómo se logra trasladar al virus hasta el tubo de una jeringa es un tema que excede la presente exposición y queda pendiente para una próxima.
Nota de la Autora: la explicación de cómo se logra trasladar al virus hasta el tubo de una jeringa es un tema que excede la presente exposición y queda pendiente para una próxima.
jueves, 17 de enero de 2008
Mentirosa soledad
Descontento generalizado en todo su estado de ánimo y en todo su cuerpo y mente. Cuando algo se le escapa del entendimiento Elena no controla ni sus hormonas ni sus puteadas.
- Te la pasas reclamando cosas que después no sabés como devolver!!! Porqué no ordenás un poquito tu discurso en relación a tus actos y me dejas de romper las pelotas???!!!
Y mientras él se aleja y ella se queda, con un espacio de nueve horas que los está por separar, su cabeza hierve en las ganas de romper todo lo que se le cruce por delante.
Entonces recapacita, y cree que empieza a calmarse. Desayuna, se lava los dientes, se saca el camisón floreado que tan feo le queda y para sus adentros disfruta de las horas de soledad y dedicación propia que la separan del desgraciado.
- Te la pasas reclamando cosas que después no sabés como devolver!!! Porqué no ordenás un poquito tu discurso en relación a tus actos y me dejas de romper las pelotas???!!!
Y mientras él se aleja y ella se queda, con un espacio de nueve horas que los está por separar, su cabeza hierve en las ganas de romper todo lo que se le cruce por delante.
Entonces recapacita, y cree que empieza a calmarse. Desayuna, se lava los dientes, se saca el camisón floreado que tan feo le queda y para sus adentros disfruta de las horas de soledad y dedicación propia que la separan del desgraciado.
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