Hay una vacuna específica que se aplica para evitar el surgimiento de la fiebre tifoidea en un ser un humano, cualquiera haya sido el origen de la inserción del virus en el cuerpo del mismo. Para ello, al cuerpo del ser humano se le inserta, mediante el empleo de una aguja, una mínima dosis del virus. El virus, una vez dentro del cuerpo del ser humano, empieza a comportarse como virus, pero al ser mínima la dosis insertada, los estudios dicen que las defensas del ser humano vencen la batalla y erradican al virus de su territorio. Sin embargo, ha sucedido que la dosis del virus insertada en el cuerpo de un ser humano no ha resultado ser mínima, y es ahí cuando el virus, que actúa como virus, empieza a ganarle la batalla a las defensas del cuerpo del ser humano. Consecuentemente el ser humano empieza a sentir los efectos del virus, los anuncia y nuevamente aplican la vacuna específica que se utiliza para evitar el surgimiento de la fiebre tifoidea en un ser humano. Y muere.
Nota de la Autora: la explicación de cómo se logra trasladar al virus hasta el tubo de una jeringa es un tema que excede la presente exposición y queda pendiente para una próxima.
miércoles, 6 de febrero de 2008
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