Los besos que no daba
Se le enredaban como luciérnagas de colores
Por debajo de la piel.
Tan ardiente era su existencia
que el diablo del amor
la había coronado su princesa.
Le dijo:
- besaras las manos
de los hombres que no mientan
con el resto,
gata en celo,
jugaras cual ovillos de lana –
La pendiente de sus días
todavía los hace rodar.
Solo un par de manotazos
y se escapan
los hilos enredados.
El diablo del amor
es polígamo.
Y feliz.
Sabe que sus princesas
juegan
y le son fieles
la mayor parte del tiempo.
6 comentarios:
Excelente blog deberias visitar el mio www.elblogdeltona.blogspot.com saludos desde méxico!!!
maravilloso tu blog igual me encanta escribir pero escribo muy poco te dejo un saludo.
No recuerdo mi blog si no te dejara mi lik pero bueno fue un gusto saludarte
Me encantó...
Acabo de encontrar tu blog curioseando y esta poesía me ha enamorado (:
Creo que me verás más por aquí ^^
Deliciosa escritura.
Tenía ganas de leerte! y ahí estás...! con ese enredo de palabras que me encanta!
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