Tarzan esta fascinado. No registra la apertura de su mandíbula, la olvida, la suelta. Los colores de los semáforos, el olor a guiso, todo llama su atención. Camina sobre la piedra apelmazada, descalzo, ignorante de prejuicios. Antes de dar el próximo paso se asegura de haber recorrido el cielo y las estatuas.
Tarzan esta maravillado. Le sorprende el murmullo despiadado de los caños de escape. Desconoce la capacidad de juzgar. Solo observa. Los vestidos. Los zapatos. Imita el andar de la especie. Nadie nota su presencia.
Otra vez colgado sobre su liana, comparte el almuerzo con la manada. No los mira a los ojos, prefiere guardar silencio.
4 comentarios:
Esta figura de los tres monos es un buen punto de referencia para pensar con relatos como el tuyo. A menudo no decimos nada de lo que vemos, no queremos oir y sobre todo no queremos ver las injusticias de este mundo.
Hola!!!!!!!
Tarzan , en esta era mmmmm ya no quedan, los tres monitos que bueno hace tiempo que no los veo, me acuerdo enana de las oficinas que trabaje estaban, no oigo no hablo, y no escucho o sea me lavo las manos, jijijiji que feo.
Un besote y abrazo de oso.
Pobre Tarzan..
Me encanta el Blog!
Voy a seguir leyendo por acá.
Abrazo!
HOla Mona Lisa!
Es que después de ciertos descubrimientos es difícil ver con los mismos ojos a la manada!
Te juro que me hiciste ver a Tarzán mono en medio de la gente (y no ese Tarzán de gym que nos muestran en Hollywood)
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