Los dias como hoy, de viento, de ganas, tomo la mochila amarilla, el gorro violeta y salgo a explorarme el laberinto hueco que formo.
Los días como hoy, de cómodos inconformismos, amanezco al borde de mi cama, observándome.
Los días como hoy, de invasiones bárbaras y jugo de pomelo, interrumpo el vuelo de las piedras para construir paredes con puertas.
Los días como hoy, duran un día entero.
Y pasan, sin dejarse abrazar.