El regocijo de reconocerse los más íntimos lunares maliciosos
de relamerse
de estarse por estar donde se desee estarse
de pisar aquí o allá
qué mas da una baldosa por otra
y los detalles
la alegría por los detalles
de los floreros
de las personas
del alma hacia adentro
que cada vez se reconoce más
que cada vez se conoce más
es ese momento en que la flor se abre
desprende su olor
y se vuelve más bonita que nunca
el viento acaricia los pétalos
y hace bailar al tallo